Ha llegado la primavera, la naturaleza ha despertado para una nueva vida, y para la gente ha llegado la fatiga, el cansancio y el miedo de contagiarse con infección por coronavirus. Un poco de prevención contra la astenia primaveral y para fortalecer el sistema inmunitario no será innecesaria. Por el contrario, nos será extremadamente útil para estar vivos, sanos y completos.
Es muy fácil ir a la farmacia y comprar pastillas, pero personalmente prefiero los alimentos naturales. Si aún decides comprar salud en la farmacia, te ofrecerán muchas opciones de vitaminas combinadas con minerales. Infórmate de su composición, estará bien que tengan arginina, magnesio, selenio, zinc, hierro, vitaminas C, A, E, D, B6 y B12. Los productos que contienen el hongo Cordyceps te pueden servir bien. Es un adaptógeno excepcional que aumenta los niveles de energía y la inmunidad.
Es importante recordar que los complementos alimenticios de ninguna manera pueden sustituir una dieta completa y variada. Todos los días debemos comer frutas y verduras frescas, al menos 400 gramos al día: espinaca, ortiga, muelle, acedera, ensaladas, cebolla verde, ajo fresco, zanahorias, tomates, pimientos, brócoli, perejil, naranjas, limones, mandarinas, toronja, kiwi, fresas, plátanos, arándanos.
Además de lo referido, buen efecto tiene el agua viva que está hecha con un dispositivo activador para agua viva o mediante el uso de una botella de agua de hidrógeno. Si no tenemos suficiente dinero o no queremos comprar uno de estos aparatos, podríamos hacer “agua viva” natural según el método barato y eficiente del profesor Neumyvakin: desde la noche ponemos agua potable en una jarra de vidrio. La dejamos reposar hasta la mañana para que las impurezas se depositen en su fondo y el cloro se evapore. Con cuidado, sin agitar la jarra, vertemos 2/3 del agua en un recipiente de vidrio de borosilicato o en una cualquiera cacerola que tenemos. Calentamos el agua hasta “hervor frío” retirándola de la placa en el momento de formar pequeñas burbujas, antes de empezar a hervir al máximo. Acerca este hervor mi sabia abuela Rada, que vivió hasta 90 años de edad, decía “no hervir demasiado”. Está bien beber al menos 200 ml agua viva por la mañana en ayunas al menos media hora antes del desayuno.
Si es posible, por la mañana se recomienda comenzar el día con una ducha de contraste, alternando agua fría y caliente: produce un efecto tónico y refrescante. En caso de un mayor riesgo de infección, la ingesta de plata coloidal servirá muy bien, ya que gracias a los iones de plata tiene la capacidad de matar a los microorganismos. También se pueden usar los Zappers y otros dispositivos de terapia de biorresonancia que se han desarrollado gracias a los descubrimientos del Dr. Royal Raymond Rife y la Dra. Hulda Clark, pero que sí, siguen siendo caros.
En un buen tiempo soleado, las caminatas en la naturaleza tienen un efecto beneficioso, por supuesto, al realizarlas a una distancia social segura de otras personas y al combinarlas con ejercicios de respiración profunda.
Es importante tener una dieta completa y variada, en la que esté presente una cantidad suficiente de alimentos proteicos de calidad, no extremar el consumo de azúcares y evitar alimentos que contengan margarina, conservantes, colorantes, productos enlatados y refrescos. Un trozo de chocolate natural combina perfectamente lo útil con lo agradable, esto lleva a un aumento del nivel de serotonina y endorfinas en el cerebro y, por lo tanto, elimina nuestra sensación de fatiga activando nuestra sensación de felicidad. El yogur, el queso, la carne, los huevos, el pescado azul, los frijoles, las nueces y el pan integral son necesarios para el funcionamiento normal del sistema inmunitario.
Y comiendo con buen apetito no debemos olvidar beber. Vamos a beber, pero ¿qué? Por supuesto, no se trata de gozar del alcohol, debemos limitarlo. Necesitamos beber suficiente cantidad de agua natural para evitar la deshidratación. Todos los días debemos beber al menos una botella de un litro y medio o dos litros de agua, y si tenemos más sed podemos consumir más. Para este propósito, debemos usar con mayor frecuencia la jarra purificadora de agua potable y con menos frecuencia recurrir al agua embotellada y mineral. Sin embargo, si somos fanáticos de estas aguas y no podemos prescindir de ellas, al menos intentemos alternarlas periódicamente y elegir aguas con pH alcalino.
En caso de sobrepeso, debemos reducir la cantidad de alimentos que comemos, esforzarnos para que tengan la calidad requerida y, sobre todo, limitar los alimentos grasos, azúcares y alcohol.
Es deseable garantizar al menos ocho horas de sueño completo por la noche. La actividad física y mental moderada también nos ayudará a mantenernos en buena forma para combatir la astenia primaveral y evitar infecciones virales.
Nuestro inmunoestimulador familiar
Para reforzar el sistema inmunitario y combatir la astenia primaveral te servirá de buen modo la receta que mi padre y yo hemos creado:
Cortamos finamente unos 50 gramos de ajo fresco, cebolla verde, zanahoria, manzana, jengibre, limón, aguacate, nueces. Espolvoreamos con 10 gramos de sal del Himalaya molida, pimiento picante, pimienta negra, cúrcuma, romero, canela, café y cacao. Agregamos 500 ml de miel natural, vinagre de manzana natural, brandy casero y vino tinto. Si esta mezcla nos parece más espesa que la que queremos beber, agregamos un poco de agua viva. El resultado es una "mezcolanza", así lo llama mi padre. Se deja cerrado en una botella de vidrio o en un frasco de vidrio. Nosotros no lo filtramos, lo agitamos antes de usarlo y lo bebemos como néctar. Se puede comenzar al día siguiente tomando un sorbo normal por la mañana en ayunas.
Fuente: dasmezdravi.com